miércoles, 20 de octubre de 2010

EL AGUA DEL ACUARIO

Dentro del acuario el agua es especialmente importante, siendo el elemento vital de los peces, la calidad del agua es determinante para la salud y bienestar de los mismos. Pero también el desarrollo de las plantas y microorganismos, así como el crecimiento de las algas indeseables, dependen directamente de la calidad del agua.

EL CICLO DEL AGUA

En el hábitat natural de los peces el agua se encuentra integrada en un ciclo. El agua se filtra y evapora; las lluvias y salidas naturales ejercen una renovación permanente.

En las aguas de ecosistemas naturales, las materias nocivas y partículas de suciedad que proceden de los vegetales que se van muriendo y de las excreciones de los peces se diluyen y degradan por vía natural.

El acuario es un sistema donde no se da esta renovación natural. Para establecer y conservar unas condiciones ambientales óptimas es necesario que la filtración y el cambio del agua en el acuario produzcan el mismo resultado que en la naturaleza.

Esto se consigue a través de la filtración bioactiva, la renovación parcial del agua acompañada de su tratamiento, y la limpieza del fondo.

Practicar una buena acuariofilia significa imitar al máximo posible los procesos naturales. Si bien el filtro limpia el agua del acuario, no se encarga de la renovación necesaria de la misma.

Uno de los cuidados más importantes en acuariofilia consiste en la periódica renovación parcial del agua. Haciendo que el agua contaminada sea sustituida con agua fresca.

Al igual que en la naturaleza, la renovación parcial del agua deberá efectuarse con la mayor frecuencia posible. Cada dos hasta tres semanas como mínimo se sustituirá un 20 hasta 30% del agua. Mejor aún si cada semana se sustituye como mínimo el 10% del agua del acuario por agua del grifo convenientemente tratada con anticloro (ya que el agua que consumimos contiene sustancias tóxicas para los peces), que podemos conseguir en los comercios del ramo.

La renovación parcial del agua efectuada periódicamente es importante. Evita problemas originados por una contaminación continúa del agua del acuario. Para entender como funciona realmente un acuario es necesario tener presente varios conceptos que determinan la calidad del agua para nuestros peces, tales como Dureza Total, niveles de Carbonato, grado de Acidez, Amoníaco, Nitritos y Nitratos.

LA DUREZA TOTAL (GH)

La dureza total del agua viene determinada por diversas sales – sobre todo por sales de calcio y magnesio. Si el porcentaje de estas sales es elevado, el agua es calificada de dura; si el contenido de sales es bajo se trata de un agua blanda.

La dureza total influye de forma decisiva en las funciones orgánicas de todos los seres vivos en el agua. La dureza total aceptable que permite mantener muy bien a la mayoría de los peces ornamentales oscila entre 6ºdH y 16ºdH (ºdH= grado de dureza alemana).

CARBONATOS (KH)

Aparte de las ya mencionadas sales de calcio y magnesio, prácticamente todas las aguas contienen bicarbonatos cuya presencia se refleja en el valor KH.






GRADO DE ACIDEZ (PH)

El valor pH resulta de todas las sustancias ácidas y básicas disueltas en el agua que la acidifican o la convierten en alcalina.

El agua con un valor pH de 7 es denominada neutra. En este caso, los componentes ácidos y alcalinos están en equilibrio. Tanto más ácido, cuanto más bajo es el valor de pH y tanto más alcalino, cuanto más aumenta el valor del mismo.

Conviene que usted verifique el valor de pH por lo menos una vez a la semana. Para casi todos los peces ornamentales en acuarios de agua dulce se consideran apropiados valores de pH entre 6,5 y 8,5. Los peces procedentes de ríos tropicales de agua negra prefieren agua blanda con valores pH entre 6,0 y 7,0. Los cíclidos de Africa Oriental se encuentran perfectamente a gusto en un agua más dura, cuyo pH oscila entre 7,5 y 8,5.


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